ALGUNAS PROPUESTAS


Es interesante formar escuelas de cooperantes, programas y estudios universitarios que eleven a categorías de importancia académica este tipo de conceptos pues muchas veces quedan descuidados y dejan en una posición de vulnerabilidad al cooperante que no sabe cómo comportarse, lo que además de negativo para él a nivel personal, afecta al desarrollo correcto de su trabajo. Aunque muchas veces estos programas formativos se dan, deberían ser imprescindibles, incluso se podía crear algún tipo de titulación homologada tal y como se hace con los monitores de ocio y tiempo libre. Además sería muy interesante que los primeros quince días o el mes desde la llegada del cooperante se empleara en un acoplamiento/ acomodamiento a la sociedad de acogida, desarrollando sus habilidades sociales específicas en esa cultura, redes sociales y conociendo de manera más profunda los parámetros culturales.

Para finalizar es recomendable tener en cuenta la siguiente lista de temas cotidianos que aunque son obvios, y algunos ya se han tratado, conviene que sean contemplados por aquellos que vayan a dedicar parte de su vida a la cooperación.



- Conocimiento del idioma.
- Pautas básicas del comportamiento en seguridad personal.
- Recomendaciones alimenticias.
- Recomendaciones médicas.
- Recomendaciones en el trato personal.
- Recomendaciones sobre economía y precios.
- Conocimiento básico del sistema de administración pública.
- Formación en historia reciente, política y antropología.